Siempre es agradable volver a practicar actividad con algún compañero con el cual décadas atrás habíamos coincidido en exploraciones diversas. Algo más viejos pero con la misma disposición y sintonía, aunque hayan pasado 40 años. Así que, ante la propuesta de salida, acepto con rapidez con la idea de seguir fotografiando esos rincones subterráneos; al final haré un libro dedicado a esta cavidad en concreto.
El pozo de entrada, llamado Faura i Sans en honor a uno de los pioneros de la espeleología, lo he fotografiado varias veces, pero el resultado siempre es diferente. Ahora, salimos ya con poca luz y no se ve la boca con su característica encina, que sobrevivió al incendio que arrasó el macizo a principios de los '80. Además, llevo un objetivo diferente, en esta ocasión, un Pentax 15 Limited, más angular, lo que permite una vista aún más impresionante. El resultado, también, unas tonalidades algo diferentes; los colores Pentax son particulares.
Ahora que llevamos días con un potente anticiclón y la temperatura ha bajado algo, la cavidad se ha ventilado mejor y es más asequible bajar al fondo. Si en octubre había medido un 19,2% de oxígeno en la Sala de la Paciencia, ahora se llega al 20,8% en la cabecera del Pou dels Cristalls. En la base del citado pozo, en octubre el oxímetro midió un 18,6% y ahora 19,7%. Con 18,6 cuesta ya respirar al hacer ejercicio, con 19,7 la comodidad es mucho mayor.
Vaya fotos chulas!!! 👏🏻👏🏻👏🏻
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