viernes, 24 de agosto de 2018

Lacs d'Ardiden


A la sombra de las crestas del Pic d’Ardiden, una cima compuesta, literalmente, de grandes bloques de granito encajados entre sí, encontramos, en su vertiente norte, esta zona lacustre. Al pico le faltan doce metros para llegar a los tresmil, esa cifra que parece que en los Pirineos distinga las grandes montañas del resto, gran error. Esta circunstancia y la cercanía de las cimas de Gavarnie y Cauterets le hace pasar un tanto desapercibido. Los desniveles considerables y la carencia de refugios guardados quizás también influyen.

El acceso más tranquilo al pico se hace por el valle de Lutour, los lagos están situados al norte y desde aquí la cresta aparece bastante abrupta y no demasiado estable.

Accedemos a ellos desde el Plateau de Bernazau, tomando un desvío en la carretera que sube a la estación de esquí de Luz-Ardiden. La pista es un acceso a la zona pastoral, pasa por diversas granjas, empieza asfaltada y acaba con un firme irregular y abundancia de piedras poco recomendables para los turismos. 

La ruta, señalizada con pintura amarilla, es exigente, alrededor de 1100 metros desnivel desde el aparcamiento, algo más si dejas el coche al acabar el asfalto. Desde el final de la pista el itinerario empieza a subir con energía hasta el primer lago, Lac Lagües, a poco más de 2000 m. Hay un pequeño refugio libre. Bordeando el lago podremos recuperar el resuello en un corto tramo más relajado para encarar el segundo escalón, de unos 400 m, que nos situará ya en los lagos superiores. Primero el Lac Cantet, luego el Lac Herrat, un par más pequeños, más arriba el Lac Casdabat y finalmente el Lac Grand. La zona es tranquila y no parece demasiado frecuentada, durante todo el recorrido nos cruzamos con algunas personas alrededor del primer lago, pero de ahí hacia arriba estuvimos solos. Por debajo del Lac Grand, hacia el otro lado, aún quedan dos lagos más, Lahazere y Pène, que no visitamos.


Iniciamos el ascenso desde Bernazau 

El itinerario sube con energía 

El primer lago, Lac Cantet. como no estamos dentro del Parc National, nos llevamos al chucho

Lac Cantet y su refugio a contraluz 


Lac Herrat 

La vista de la Aiguille de Lahazere nos acompañará una buena parte del recorrido


Lac Casdabat 



Lac Grand d'Ardiden 

Panorámica del lago














Al fondo del valle, Luz-Saint-Sauveur

lunes, 20 de agosto de 2018

El Vignemale y el glaciar de Ossoue

Una imagen del Vignemale desde el valle de Gaube tomada a principios de los '80, con los glaciares de Oulettes y Petit Vignemale

Iniciamos la ascensión desde el barrage d'Ossoue

No se puede pasar por Gavarnie sin subir al Vignemale, el pico más alto de los Pirineos franceses y, opinión personal, uno de los  más atractivos, sino el que más, de la cordillera; tiene un innegable carácter alpino. Es el único que, gracias a su orientación y orografía, conserva aún un buen paquete de hielo cuando los otros glaciares de la cordillera han menguado tanto que ya casi no merecen denominarse así. El proceso de cambio climático también le ha afectado de forma importante, ha hecho disminuir su grosor de forma notable y ha hecho desaparecer el hielo en el famoso Couloir de Gaube. Antes el glaciar desbordaba por encima del couloir y formaba una peligrosa cornisa que dejaba caer en ocasiones bloques de hielo por la canal. Ahora ha bajado tanto que ni llega a la salida del corredor.

Aprovecho la ocasión para buscar en el disco duro algunas diapositivas digitalizadas realizadas hace unos 35 años, en agosto, igualmente, así se puede comprobar con más exactitud el retroceso del hielo. 

Este año, a pesar de todo, ha sido de momento más favorable. Las intensas nevadas del invierno y primavera pasados hacen que el viejo y duro hielo del glaciar no salga casi a la superficie en la actualidad. Incluso, el pequeño trozo que se había independizado en la parte inferior del glaciar ha quedado otra vez unido. Parece que por lo menos este curso, protegido por la capa de nieve, la masa de hielo puede no sufrir merma si las primeras nevadas llegan pronto. Hacía tiempo que no veía en verano un glaciar pirenaico en este estado, en los últimos años siempre salía el hielo antiguo a la superficie. En estas condiciones es mucho más sencilla su ascensión. Estuve también hace tres años justos, había alguna grieta ahora tapada y zonas de hielo negro muy duro al que los crampones le hacían solo cosquillas.

Con la meteo tan poco estable que hemos tenido este verano, hemos aprovechado la promesa de un día claro y tranquilo para hacer la ascensión. Nos cruzamos con bastante gente, motivados por la misma razón, imagino, parece que estábamos todos a la espera de tener una ventana de buen tiempo. Y el día realmente ha sido bueno, con una visibilidad asombrosa para la temporada estival, una atmósfera limpia y clara que me ha permitido hacer buenas fotos del paisaje y disfrutar de él. Se podían distinguir con toda claridad la silueta de picos como Collarada o Posets. Incluso, a lo lejos, veía una pirámide que me recordaba al Anie, no sé si desde aquí se puede ver. Y mucho más cerca, hasta la faja de la Escuzana se podía identificar con facilidad.

El característico puente de nieve, que encontramos este año más grande y helado

Las grutas artificiales de Bellevue 

Al fondo, el circo de Gavarnie con la Brecha bien visible

Foto actual del glaciar tomada desde la morrena

Foto del mismo lugar aproximado de hace casi 40 años, tomada desde la subida al Baysellance

Foto antigua de la barrera final del glaciar con los bloques de hielo desprendiéndose. Los montañeros van vestidos para la ocasión... 

Foto antigua. Otra imagen para el recuerdo 

Foto antigua. Las grietas tenían una cierta importancia

La parte que se había separado del glaciar se ha vuelto a unir este año 







La cresta del Montferrat desnuda

 Foto antigua tomada desde la cresta entre el Petit Vignemale y la Punta Chausenque. Cambia la perspectiva pero se aprecia cómo el hielo casi llegaba a la cresta del Montferrat






Foto antigua, el hielo baja hacia el couloir de Gaube y casi llega a las grutas de Russell

Nos asomamos al couloir de Gaube 

El couloir a vista de pájaro, 600 m de vertical absoluta. En agosto de 1889 C. Passet tuvo que tallar más de 1300 escalones en el hielo para escalarlo, ahora no queda nada de hielo

Dejamos el glaciar y encaramos la trepada final 


La pared tiene varios parabolts y algunos spits, aunque la trepada es sencilla. El principal riesgo es que alguien te tire una piedra

Algunos metros por debajo de la cima encontramos la gruta Paradise, la residencia de verano de H. Russell 


Panorámica hacia el oeste, distinguimos con claridad Collarada, Garmo, Infiernos, Midi d'Ossau y Balaitús



Valle de Gaube a vista de pájaro

 Midi d'Ossau, Facha, Balaitús

Midi de Bigorre, Neouville, Pic Long

Collarada, Telera, Garmo, Infiernos

El Pitón Carré y la Punta Chausenque


La erosión del glaciar sobre la roca 

En detalle, el curioso canal provocado quizás por una piedra más dura y pulimentado por el hielo o el agua

Nos acercamos ya al 'barrage' 

Una última mirada al valle glaciar