Conocida también como cueva del Molino de Aso o cueva de los Moros, es una cavidad con dos bocas que discurre paralela al barranco de Viandico, barranco tributario del río Bellós, en el cañón de Añisclo. En el interior encontraremos un pequeño curso subterráneo de agua con un caudal bastante variable en función de la época, y una corriente de aire bastante apreciable, sobre todo en los pasos más estrechos o menos amplios. Tiene un interés estético innegable, con una gran boca de entrada y una galería ancha en sus inicios, con techo más bien plano y suelo lleno de sedimentos acumulados por el río, arcilla y cantos rodados.
La primera topografía de la cavidad la realizó Lucien Briet, y desde entonces ha sido objeto de concienzudos estudios de su fauna por los aficionados a la bioespeleología, que han descrito diversas especies nuevas.
La primera topografía de la cavidad la realizó Lucien Briet, y desde entonces ha sido objeto de concienzudos estudios de su fauna por los aficionados a la bioespeleología, que han descrito diversas especies nuevas.
Hace algún tiempo llegar a ella no era sencillo, no había carreteras asfaltadas y las pistas existentes eran largas y poco transitables. Añisclo era entonces un paraje solitario, no encontrabas a nadie por aquí. En pocos años, la mejora de las vías de comunicación ha hecho revivir la zona y se han recuperado pueblos que estaban casi abandonados. Con la adecuación de los accesos y la popularizacion de las actividades en la montaña, la presencia humana en el cañón ha aumentado de forma más que notable, lo difícil es venir y estar solo.
También las visitas a la cueva han cambiado mucho, antes no entraba nadie, o casi nadie, y en tiempos recientes podías encontrar verdaderas aglomeraciones, grandes grupos de personas guiados por las empresas que se dedican a eso que llaman 'aventura'. El recorrido cueva de Aso y salida al barranco Viandico es sencillo y entretenido. Primero te llenas de barro y luego te das un chapuzón en un agua fresca de verdad. Por otra parte, el efecto del gran incremento de frecuentación en seguida se pudo apreciar sobre el medio, las cuevas son ecosistemas delicados, y la presencia humana siempre es invasiva, más aún si no es extremadamente cuidadosa.
En la actualidad la cavidad está cerrada, se cerró si no recuerdo mal hace unos dos años, al parecer, con la intención de la promoción turística. Es interesante y curiosa, pero tampoco tiene formaciones muy espectaculares. La adecuación para la visita exigiría cambiar demasiado su fisonomía por un lado, y por otro, es seguro que será muy complicado volver a entrar para hacer fotos. No sé cómo estará ahora, desde que un día la encontré con una enorme reja cubriendo toda la boca no he vuelto a verla, ni creo que lo haga.
Perspectiva del cañón de Añisclo, Mondoto y Sestrales. Al fondo, las Tres Marías.
Al fondo, la Peña Montañesa, Penya Montanyesa en la ortografía vernácula.