Nuestra intención era recorrer la cresta desde la Punta del Sabre hasta el Bachimala, pero la meteo nos hizo cambiar de opinión y nos conformamos con ascender directamente al pico.
Salimos de Tabernés para remontar el barranco de Bachimala, un itinerario poco claro que nos obliga en en más de una ocasión a volver sobre nuestros pasos para buscar el sendero, y a esquivar varios grupos de vacas que nos miran con cara de pocos amigos. En la parte de arriba del barranco, en vez de subir al cuello Señal de Biadós, giramos a la izquierda para subir por un terreno complejo de canchales y alcanzar el magnífico sendero que viene de Biadós. Desde aquí tendríamos que dirigirnos hacia la derecha para llegar a la Punta del Sabre, pero un gran palomo nos inunda y nos tapa toda visión, así que decidimos seguir por la ruta normal, bien marcada, hacia la cumbre del Bachimala; bastante nos hemos complicado ya la vida toreando vacas y buscando el camino.
La nube no nos da ni un momento de respiro, cuanto más subimos más densa es. Llegamos arriba con bastante aire y frío, pero por lo menos hemos podido subir sin el agobio del sol. No se ve nada, aunque siempre se puede sacar alguna foto diferente, también interesante.