martes, 26 de diciembre de 2023

El Gorro Frigi

 

La idea era subir al Gorro Frigi con un nutrido grupo de compañeros, incondicionales y fanáticos de Montserrat, con la excusa de la celebración de las fiestas navideñas. El Gorro es una de las cimas más características y de las más altas del macizo. 

Como hay un montón de vías diferentes y somos unos cuantos, nos repartimos en pequeños grupos de una o dos cordadas por las más soleadas de la cara sur, donde la piedra estará más caliente y resultará más agradable, y así evitamos también esperas largas. Con mi hijo y su pareja escogemos la GEDE, una vía tradicional y entretenida, creo que la primera que se abrió en la 'aresta brucs', una zona antes poco visitada y ahora más frecuentada. Cuenta con una roca sólida y no es muy exigente, aunque evitamos la salida por el diedro extraplomado.


Desde la ermita nos vamos directos a la primera reunión

Hacía mucho que no subía al Gorro, 45 años seguro. Es una aguja carismática de la zona del Monasterio que había escalado en varias ocasiones. Ahora el tema ha cambiado bastante, los materiales han evolucionado mucho y la seguridad ha crecido. También, han proliferado numerosas vías y hay, por lo general, muchos más seguros.... antes, el primero de la cordada tenía una regla de oro, sabía que no debía caer... era bastante frecuente tiradas de reunión a reunión en las que, con suerte, a lo mejor podías enlazar algún 'merlet' y nada más... o un solitario buril que te proporcionaba una seguridad más psicológica que otra cosa... los parabolts, e, incluso, los ya caducos spits, son, obviamente, mucho mejores. A lo largo de la vía encontramos un viejo pitón, algún buril con chapa y algún parabolt. Veo que las reuniones disponen, también, de dos o tres parabolts. Antes, recuerdo, había reuniones en las que enlazabas algún arbusto más o menos raquítico de raíces inciertas.

Este, como va sobrado, escala con zapas y guarda los gatos en la mochila



Como las aficiones son diversas y no hay tiempo para dedicarse a todo, al final dejé el tema de la escalada. Una vez que alcanzas un cierto nivel, si paras un tiempo, lo pierdes, y cuesta volver a empezar; especialmente en este tipo de roca. A pesar de todo, hace gracia volver al tema. Y más en estas condiciones, mientras uno sube y otra asegura, yo me dedico a hacer fotos.

Esto aguanta fijo, tiene suficiente experiencia...

Alguien se columpia en la Magdalena


Empieza a atardecer





viernes, 22 de diciembre de 2023

Las grandes salas de l'Aguzou, 2

 

La primera sala que encontramos es la Salle de la Découverte.  Nos dirigimos al final y después de superar un paso ajustado entre banderas hacemos las primeras fotos.

A continuación, la Salle du Minaret. Esta es, quizás, más interesante, pero más compleja de fotografiar. La base es muy irregular, con bloques grandes y agujeros entre ellos. Al final de la sala, remontando dos escalas fijas llegas a un balcón con unas perspectivas impresionantes, desde donde vemos las enormes banderas que cuelgan del techo y una gran columna al otro lado. 

Finalmente, llegamos a la Salle à Manger, de suelo plano, donde hacemos un descanso en el espacio destinado par tal fín, protegido por un plástico que nos facilita un microclima más agradable. 

Salle de la Découverte

Salle à Manger

Salle du Minaret




Salle de la Découverte

Salle à Manger

Esta bandera está colgada en el techo de la sala y tiene variosmetros de altura

Salle du Minaret desde el balcón superior, abajo, los compañeros



martes, 19 de diciembre de 2023

Las grandes salas de l'Aguzou


Recibo una propuesta que no puedo rechazar, la de colaboración para fotografiar las grandes salas de esta excepcional cavidad, según algunos, la más maja de Francia, lo que es mucho decir...  Aprovecho también, mientras distribuimos luces y hacemos pruebas, para hacer alguna foto tanto con el móvil como con la cámara, usando la misma iluminación elegida, focos en vez de flashes. 


La actividad es solo para incondicionales de la fotografía, ya que primero hemos de transportar un equipo delicado, pesado y voluminoso por galerías muy concrecionadas donde te has de mover con mucho cuidado para no causar un estropicio; luego, repartir las luces por la sala y permanecer un buen rato más o menos estáticos o corrigiendo los ángulos de iluminación. 

Yo personalmente prefiero utilizar los flashes, estoy más acostumbrado a ellos y los controlo mejor. Con los focos me parece más difícil lograr una iluminación más uniforme, aparte de que pesan y abultan considerablemente más, y hacen necesario el uso del trípode. El resultado tampoco me acaba de gustar, no es fácil controlar el balance de blancos si usas diferentes luces, y los leds no tienen siempre la misma temperatura de color. En contrapartida, los focos te permiten ver mucho mejor toda la sala iluminada, lo que supone un espectáculo añadido... Ni con los potentes Scurion llegas a observar todo el volumen igual, llevamos focos con miles de lumens.


Con cualquiera de los dos sistemas, iluminar estas salas es muy complejo. No es un espacio uniforme, las grandes formaciones proyectan zonas de sombras y el suelo es muy irregular, lleno de bloques, agujeros y zonas muy delicadas llenas de cristalizaciones que no nos dejan distribuir las luces como nos gustaría. Tampoco es fácil moverse por aquí, el entretenimiento está servido.

Nos dedicamos a fotografiar la Salle de la Découverte, la Salle du Minaret, la Salle à Manger y alguna más que no recibe visitas de forma habitual... Nos queda la Grande Salle, que es, con diferencia la más grande, mucho más, tal como su nombre indica... quizás en otra ocasión, pues es la más alejada y requiere bastantes horas de recorrido. 











lunes, 4 de diciembre de 2023

Mis paseos por el Sobrarbe: la Punta Rayuala

 


Después de bastante agua y algo de nieve en las alturas, mi primera intención era dirigirme hacia las cornisas occidentales de Añisclo y la faja de la Pardina para hacer alguna foto más o menos maja de los picos, pero me encuentro la carretera de acceso a Nerín desde Escalona cortada a la altura del barranco de Metils, con un cartel de aviso antes del barranco y una excavadora en medio medio kilómetro después, así que media vuelta y vuelvo a subir a Vió, dejo el coche aquí y cambio de objetivo sobre la marcha.



Desde Vió me acerco a Cuello Trito y subo al fantástico mirador de la Punta Rayuala por el itinerario directo. Ha llovido mucho y ha helado por la noche; entre la hojarasca, el barro y el hielo el terreno está muy resbaladizo.



La vista, circular, es enorme; empezando por el perfil de Peña Telera al fondo, luego la zona de Tendeñera, Ordesa de punta a punta, y el macizo del Cotiella, con, al parecer, el Vallibierna asomando la nariz al fondo, según reza un cartel indicador. Como hay nubes que, desde la divisoria van dando vueltas intentando invadir la vertiente sur, no se pueden apreciar todas las cimas. La amplitud de los paisajes del Sobrabe no la hay en otras zonas de la cordillera. Y la entrada de aire frío facilita la visibilidad. Hacia abajo, podemos divisar también con claridad los núcleos de Fanlo, Vió y Yeba.