lunes, 10 de julio de 2017

La garganta de Escuaín


La meteo que teníamos para el sábado pasado era, en principio, más bien negativa, prometía lluvia y tormentas en el Pirineo. El pronóstico había ido cambiando con las horas, la evolución de la inestabilidad parecía imprevisible. Así que decidimos hacer una valoración sobre la marcha, sólo cuando estás en el lugar puedes intentar predecir lo que puede pasar.

Queríamos acceder a la garganta de Escuaín por el barranco Lugar, pero de entrada venían nubes negras por el Oeste y llevaba un rato lloviendo. Aquí las tormentas fuertes siempre vienen del Monte Perdido, por lo que decidimos bajar a la garganta por el sendero de las fuentes y darle un vistazo al río. 

Al llegar abajo vemos que el río baja limpio y cristalino, y lleva más bien poco caudal. Al mismo tiempo, las nubes se abren y aparece el sol. Parece que vamos apoder aprovechar la jornada.




Seguimos descendiendo por el cañón hasta el límite del parque, donde ya nos podremos poner los neoprenos y tocar el agua. También es interesante el paseo por la garganta, tiene unas vistas espectaculares.

La confluencia con el barranco Lugar es el límite del parque 






Un pequeño salto sobre una piscina profunda 


El recorrido de la garganta es muy estético, y el agua fría y cristalina, que adopta un color verde transparente en las badinas, siempre me ha llamado la atención. Es un lugar muy visitado por las empresas, pero hoy, quizás gracias a la previsión, estamos absolutamente solos, ni tan siquiera hay nadie bañándose en las pozas finales.

El agua se cuela por debajo de este gran bloque, se puede pasar con cuidado, pero con caudal alto es un peligroso sifón  







Este árbol el año pasado no estaba 




Hay quien prefiere saltar... solo son 15 metros