Me doy un paseo rápido para estirar las piernas y hacer algunas fotos desde este fantástico mirador circular del Sobrarbe, con la idea de aprovechar estos días claros de invierno. En verano, con la calima generada por el calor las fotos no quedan igual.
La subida, generalmente calurosa por su orientación sur, con las condiciones actuales es agradable. Arriba, el viento del norte pega fuerte y el contraste térmico es potente. Empieza a entrar aire más frío.
No hay mucha nieve, el viento fuerte de días pasados se la ha llevado, y la que ha quedado está helada. No suelo llevar palos, pero hoy sí, resultan muy útiles para no darme un morrón, entre el hielo y el barro la bajada es entretenida y bastante resbaladiza.
Las vistas son espectaculares, se distingue con claridad desde la característica verruga somital del Collarada hasta el Turbón. Subo cargado con el tele, es algo pesado pero vale la pena utilizarlo aquí arriba. Voy solo, a mi ritmo y sin prisas, no hay problema.