Nuestro objetivo en esta ocasión era la medición de las condiciones atmosféricas en la cavidad, control que periódicamente se lleva a cabo. Como ya me temía que mucho no íbamos a poder bajar, no he llevado los aparejos fotográficos, solo el móvil. El resultado, lamentable, a unos 30m de profundidad el porcentaje de oxígeno ya estaba al 16% y el dióxido de carbono superaba el 4%, así que nos hemos dado un paseo por las zonas 'más saludables' realizando un recorrido circular: bajamos un pozo, pasamanos entretenido, paso más bien ajustado, bastante ajustado, subimos otro pozo, otro paso algo menos ajustado y para fuera.
Es una lástima que no se pueda acceder a una cavidad así, que es realmente maja y de las más grandes de Garraf, aparte de que el alto contenido de dióxido altera de forma notable su ambiente, altera la evolución natural dela cavidad y elimina la vida.
Para acabar, un vídeo explicativo del problema de la contaminación del vertedero.
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