domingo, 27 de enero de 2019

Más Montagne Noire....


Por una galería con sucesivos pasos estrechos, resaltes y toboganes resbaladizos, en la cual se han realizado múltiples desobstrucciones, se descienden alrededor de cien metros para llegar a una sala increíblemente decorada. La primera parte de la cavidad no resulta, precisamente, muy emocionante, el recorrido es dificultoso y algo duro, sobre todo de vuelta y cargado con el equipo fotográfico, ya que hay que remontar, pero las cristalizaciones de aragonito que recubren las paredes de la citada sala lo compensan con creces. La intuición y persistencia de los exploradores les llevó a un descubrimiento espectacular, nada hace pensar que una galería así te lleve a una sala tan decorada.