martes, 14 de agosto de 2018

El Taillón


Tenía pendiente volver al Taillón para poder hacer fotos. Es un pico que tiene unas buenas perspectivas, vine hace unos 3 años pero hacía mal tiempo, estábamos en medio de una gran nube, hacía bastante frío y fuerte viento y no pude fotografiar mucho, no se veía nada. Esta vez ha sido diferente, en un verano algo atípico en lo que a la meteo se refiere, hemos podido disfrutar de un día claro y hacer fotos con tranquilidad.

Es muy frecuentado por su relativa facilidad de acceso y porque queda cerca de otro reclamo turístico, la Brecha de Rolando. De subida, dentro del horario más sensato para realizar estas actividades, no vimos a casi nadie, pero de bajada nos cruzamos con bastantes personas, muchas, quizás demasiadas, con una equipación bastante variada... los ‘montañeros’, con botas, y bastantes con piolet y crampones; los ‘runners’, zapas de montaña, mallas ajustadas y un equipo más bien mínimo; los ‘turistas’, con equipación diversa, por lo general zapatillas de tenis, de paseo, etc.; y los que sorprenden por algún motivo: uno muy decidido y seguro de sí mismo que sube hacia la brecha con chanclas de playa, un calzado ligero, fresco y ventilado, que proporciona una sujeción y protección ideal en neveros y canchales de piedras. No es el primero que veo así....

El recorrido a la Brecha se consideraba en algunos manuales franceses como una ascensión de carácter alpino por la necesidad de usar piolet y crampones. Antes había siempre heleros, pero esto cambia según las temporadas, y este curso ha tenido mucha nieve hasta finales de primavera. A mi me parece poco sensato pasar un nevero bastante inclinado sin las herramientas necesarias, un resbalón puede tener consecuencias serias; debajo de la fina capa de nieve primavera calentada por el sol hay nieve muy dura en la que es imposible pararse si no llevas piolet. Además, estamos a casi 3000 metros, y aunque haga sol, un repentino cambio de tiempo puede convertir la fina capa de nieve primavera en una pista de patinaje. 

Empezamos a movernos 

Vamos a disfrutar de un día totalmente despejado 



El primer nevero que encontramos

La brecha aparece delante nuestro ya

A esta hora poca gente nos encontramos. Luego de bajada nos cruzaremos con una multitud. Para ir a la montaña hay que madrugar, para evitar el solano y porque las tormentas casi siempre se forman a partir de mediodía. 


Dejamos la Brecha y nos dirigimos al Taillón bordeando el Pico Bazillac 

Una mirada hacia el sur con Ordesa al fondo 


El gendarme de la falsa brecha

Nuestro objetivo 




El Vignemale

Contraluz con el Perdido al fondo 



Ahí abajo está la Casteret. Alguna vez había hecho el recorrido entre la cueva y la brecha en pleno agosto con crampones todo el rato... hace un tiempo por eso... 

El Casco 


Panorámica desde la Brecha al Casco 




Este año los heleros aún persisten, y este tiene inclinación y caída

El circo y la cascada 

Una última mirada polarizada al Vignemale 

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