En un invierno habitual sería muy complicado transitar por esta faja por el hielo, pero este año el tema es diferente, la falta de nieve y las temperaturas benignas aún permiten poder aventurarse en ella. Es un recorrido muy panorámico, como la mayoría de las fajas de Ordesa, con grandes vistas hacia el barranco y hacia el cañón de Añisclo. Con algún tramo bastante aéreo, no adecuado para vertiginosos, el sendero no parece muy transitado, imagino que es un itinerario poco frecuentado, lo que le da un plus de interés, más siendo en Ordesa.
El día es corto, y en cuanto el sol empieza a declinar un poco se levanta bastante aire que baja encañonado por el barranco en un ambiente puramente invernal. Durante toda la jornada solo me cruzo con una pobre oveja temerosa y con mal aspecto, que estaba escondida en un agujero en medio de la faja; no sobrevivirá mucho en cuanto llegue la nieve.
Zoom a la Suca con sus paredones
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