De vez en cuando también apetece dejar las cuevas y salir a tomar el aire, y como la meteo no auguraba un ambiente muy agradable en Pirineos, nos dirigimos a montañas más modestas pero también interesantes.
El macizo Sant Llorenç del Munt-Serra de l'Obac está formado por conglomerado, igual que la cercana montaña de Montserrat, con la que comparte origen geológico, pero su perfil es más suave y mucho menos agreste. Curiosamente, tiene, en comparación, muchas más cavidades que su vecina.
Realizamos un entretenido recorrido circular por la Serra de l'Obac en el que, desde el aparcamiento de l'Alzina del Sal·lari, subimos primero al Turó de la Pola, después nos dirigimos al Merlet de la Porquerissa para bajar hacia la Cova del Cingle, en el Gendarme de la Pola; seguimos hacia la curiosa Foradada del Quarto de Reixa o Forat del Vent, donde la característica corriente de aire que se suele formar en esta ocasión con las temperaturas que tenemos nos congela las neuronas con rapidez. Después, nos dirigimos al Turó de la Cort Fosca, para bajar hacia la Cova de la Cort Fosca y l'Hospital de Sang, curioso agujero a medias entre un túnel natural corto pero amplio y un profundo arco de piedra, con restos de antiguos muros, que funcionó como hospital en las guerras carlistas. Desde aquí subimos al Turó de Mal Pas para completar la vuelta hacia l'Alzina del Sal·lari por el Coll de Boix.
El GPS nos marca unos 16 km y 1000m de desnivel, pero la ruta es un sube-baja constante con múltiples desvíos y, en ocasiones, por senderos poco claros. Si no se conoce bien o no se está muy atento al GPS, la posibilidad de pasarse algún desvío y complicarse la vida es grande, lo que le añade un plus de emoción al recorrido.
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