lunes, 1 de septiembre de 2025

La Suca o Pico inferior de Añisclo

De vez en cuando me acerco por aquí, fantástico y solitario mirador sobre los valles de Pineta, Añisclo y Escuaín. Valoro mucho más una cima como esta, en la que, aparte de vacas y sarrios difícilmente te cruzas con alguien en todo el día, que las excesivamente frecuentadas como el Perdido. La tranquilidad siempre es un añadido de calidad importante.

Voy solo, a mi aire, y así me puedo entretener con las fotos, llevo diferentes objetivos y voy jugando con ellos. También, un polarizador, filtro que habitualmente no uso.



De vuelta, en Cuello Viceto, la fuente, totalmente rodeada de vacas, aún tiene agua, así que, con tranquilidad me cuelo entre ellas y les solicito educadamente que me dejen coger agua, a lo cual acceden sin problemas. Después de algunas horas de sol y en un medio cárstico la sed apremia. 



Una mirada hacia el balcón

Pineta



Las Tres Marías


El Cañón de Añisclo




martes, 26 de agosto de 2025

Montferrat, Pic Central, Cerbillona

 

Me quedaban estos tres para completar la corona del Vignemale, por lo menos las cimas más relevantes, así que, en vez de subir al frecuentado Pique Longue, vamos a por ellos con la seguridad de que tendremos más soledad.

Consulto mi archivo fotográfico y veo que la última vez que pisé el glaciar de Ossoue fue en el 2018, año de bastante innivación, por lo que ofrecía aún un aspecto relativamente mejor. Relativamente, porque el hielo va minguando con rapidez. En su momento hice un post en el que incluía también algunas fotos antiguas realizadas a mediados de los '80 para comparar el gran retroceso del glaciar. 

El lamentable estado del glaciar

Este curso, a pesar de que también ha habido nieve, la gran subida de temperaturas estivales la ha hecho desaparecer totalmente, haciendo aflorar el hielo antiguo, bastante maltrecho, ese hielo oscuro que dicen que es tan peligroso porque está duro y resbala, amenaza o advertencia dirigida a turistas y pisapraos varios a quienes parece ser que es necesario aclararles que el hielo es duro y resbala, aunque creo que de poco sirve. Tonterías aparte, coincide nuestra ascensión con los enormes incendios en la península que llenan el ambiente de ceniza y oscurecen el cielo. La visibilidad es mala, lamentable, y las fotos en consonancia. Además, el sol aparece totalmente velado. Esta iluminación tan extraña confunde a la cámara y he de retocar las fotos más de lo habitual.


Vista desde el Montferrat, con dos oportunos montañeros

El glaciar se deshace a paso rápido, se forman ríos superficiales que se cuelan por grietas y sumideros abiertos en el hielo; no podemos dejar de pensar en la relación que hay entre la subida de la temperatura, la desaparición del hielo y los desastrosos incendios españoles.

El gran retroceso del glaciar ha dejado al descubierto una zona de curioso lapiaz de mármol, de formas redondeadas y con unos cuantos agujeros. Zona algo caótica, como es habitual en los lapiaces, en la cual se puede observar bien la erosión realizada por el hielo.

El Gran Tapou y el Pic du Milieu. Al fondo, las sombras del circo de Gavarnie


La impresionante marmolera del Montferrat


El recorrido no es complicado, no hace falta cuerda, aunque hay algún paso aéreo. Se hace casi todo andando. Es muy panorámico, y el paseo por la cresta de la enorme marmolera característica del Montferrat es realmente espectacular.

Cuando llegamos al glaciar, seguimos unos minutos y en seguida giramos a la izquierda para ir a buscar la cresta. Antes el hielo llegaba hasta la misma cresta, ahora hay que subir por piedras un buen tramo. Nos dirigimos al Montferrat primero para luego seguir al Pic Central y al Cerbillona. De bajada, decidimos seguir hasta el collado del Cerbillona y cruzar el glaciar por arriba para evitar una zona de hielo llena de piedras y bloques.


La visibilidad alcanza solo a las cumbres más cercanas

Villa Russell y la Grotte des Guides, en su momento estaban a nivel del glaciar

Parece que al final del día la atmósfera se limpia y por fin veremos algo de cielo azul

Una bañera generada en el glaciar

Un pequeño río que desaparece bajo el hielo


Otro riachuelo y otro sumidero

Hace 40 años el hielo llegaba hasta aquí

La erosión del glaciar sobre la piedra

viernes, 1 de agosto de 2025

Barranco del Cebollar-Salto del Carpín

Ya que estamos por aquí... nos acercamos a este espectacular barranco, aunque a estas alturas ya acusa mucho el estiaje y el caudal es mínimo, lo suficiente para que las pozas no estén estancadas.

Se localiza en el valle de Bujaruelo, y es visible la salida del barranco desde la pista justo antes de cruzar el puente de Sta Elena a la izquierda, la cascada que cae desde lo alto, llamativa cuando el caudal es importante.

El descenso es atractivo, una garganta bien excavada en caliza, hasta que llega el gran salto final; un vertiginoso rápel de 120 con una repisa intermedia de cómodas dimensiones, que lo divide en 70 + 50. Puedes bajar por la derecha o por la izquierda con un aéreo pasamanos instalado. Como el caudal es bajo, optamos por la vía directa, por la derecha, y nos ahorramos montar el pasamanos ya que la cuerda que hay en fijo parece que tiene bastante experiencia ya. Antes de la repisa hay alguna reunión colgada, pero, como hemos previsto cuerdas suficientes, no la necesitamos, así que bajamos los 120m en dos saltos.














martes, 29 de julio de 2025

Grallera de Ordiso

La cavidad se abre en la cabecera del valle, en la zona denominada Hoya de Ordiso. Las aguas procedentes del ibón realizan un recorrido subterráneo con un desarrollo modesto entre roca calcárea y pizarras impermeables. La boca de salida, la Grallera, es realmente espectacular.

La aproximación es larga, con unos 1100 m de desnivel desde Bujaruelo, porteando el equipo necesario; pero se realiza en un ambiente de alta montaña con buenas panorámicas, con el macizo del Vignemale detrás nuestro. Hemos de remontar toda la pista hasta su final y cruzar el río Ara para seguir montaña arriba, al principio por senda evidente y luego enlazando tramos de caminos más o menos desdibujados, caminos de vacas más bien. No es una actividad con grandes dificultades ni requerimientos técnicos pero sí bastante exigente físicamente. De cualquier manera, resulta interesante.

Es conveniente llevar cintas y algún maillon por si acaso. El equipamiento, aunque mínimo, es suficiente, pero siempre es mejor substituir alguna cinta. Los rápeles son cortos, y pocos obligados. Diversos resaltes se pueden destrepar sin problemas. Nosotros pusimos un maillon en la boca y una cinta en otro sitio. La vertical de entrada imagino que estaba instalada en fijo, pero el agua ha destrozado la cuerda; algunos restos de la misma retiramos bastantes metros más abajo.


El itinerario de acceso es durillo...

La boca inferior. No la veremos hasta que no estemos debajo, a pesar de sus dimensiones.

La boca superior


las instalaciones sufren el efecto del agua



Nos acercamos a la salida, se ve ya el reflejo de la luz exterior