Tenía que volver a la Peña de las Once, hacía ya algo de tiempo que no subía y no hay que perder las buenas costumbres, es uno de mis balcones preferidos. Separada del resto del macizo de Cotiella por el Collado del Aibón, es un gran mirador circular desde el cual divisas el macizo del Perdido, la Munia, Néouvielle, Punta Suelza, Culfreda y Bachimala, Eristes, Maladetas... y la muralla del Cotiella al sur. Su característico perfil se identifica con facilidad desde otras tantas alturas del Sobrarbe.
Subo desde el ibón de Plan, algo temprano para evitar las aglomeraciones, me dirijo al Collado del Aibón, y recorro toda la cresta; Peña de las Diez, Peña de las Once y Peña de las Doce, un recorrido panorámico enorme con el valle de Chistau a vista de pájaro. Después bajo directo hacia el GR sin volver a pasar por el ibón. El descenso es algo complejo y requiere precaución y buen olfato montañero. De bajada observo algún ejemplar de pino negro de dimensiones más que notables.
Si desde la Peña de las Once bajas directo hacia el GR por encima del ibón, encuentras canchales de piedra caliza de pequeño tamaño por los que puedes ir surfeando con cierta comodidad, mirando de no complicarte la vida con una pared que, en sentido longitudinal, se encuentra por encima del GR. Desde la Peña de las Doce los canchales son más inclinados y de piedras más grandes, te obligan a ir con cuidado para no acabar rodando, pero el paisaje bien vale el paseo. Cotiella en estado puro, piedra sobre piedra, es un macizo agreste y duro como pocos, con unos paisajes característicos que tienen un atractivo indudable, y solitario, muy solitario. Aparte de las multitudes ruidosas que visitan el ibón, nadie más en todo el recorrido. Primeros días del verano y el calor aprieta, la reverberación del sol en la blanca piedra caliza me facilita una aclimatación rápida a lo que está por venir.
El Cotiella se asoma por el fondo
En la Peña de las Once, a 2660m, restos bélicos. La guerra en las alturas en un paisaje excepcional, más dramática si cabe. La primera vez que subí, hace bastante ya, eran numerosos, incluso, algunos, macabros; ahora, el paso de la gente y de los años los han ido haciendo desaparecer. Es posible que alguien voluntariamente los haya recogido.
Qué maravilla 😍
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