Hacía tiempo que quería visitar esta curiosa cavidad del Montsec de Rúbies, que se abre en la parte alta de la montaña, a la misma altura que la Grallera del Boixaguer, en la vertiente norte y por debajo del cordal, y consta, como la Grallera del Corralot y la Grallera del Boixaguer, de una sala o galería de notables dimensiones que se desarrolla de forma casi perpendicular a la estratificación, con la base ocupada por gran cantidad de bloques o piedras. La Cova Negra de Matasolana también reúne estas mismas características, exceptuando que se localiza más abajo.
La cavidad es una amplia galería con una pendiente muy pronunciada de piedras de buen tamaño y poco estables. Su orientación y morfología facilita la acumulación de aire frío, lo que provoca la congelación del agua interior y la conservación del hielo, de ahí su nombre. Es un atractivo turístico en la zona, a pesar de que el acceso tiene un tramo final bastante vertical y puede ser delicado si el suelo está húmedo.
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