La cavidad presenta una buena ventilación, en contra de lo que podría ser esperable en una sima de Garraf con varios pocillos y algunos pasos estrechos. En algunos lugares se puede percibir una ligera corriente de aire, y las medidas obtenidas de las condiciones de oxigenación en la base han sido normales, 20,9 de oxígeno y 400 ppm de dióxido de carbono. Da la sensación de que podría haber más cosas aparte de lo ya conocido. Parece, por otra parte, que el efecto del vertedero de Garraf no llega aquí, no pasa de la Morella.
Los viejos spits están aún en buen estado en su mayoría, a excepción de alguno que ya no fue bien colocado, y encontraremos también 4 parabolts, distribuidos en diversos puntos, bastante oxidados y sin chapa. El perfil de la sima es bastante irregular y llena de cristalizaciones, por lo que hay que tener cuidado con los roces. En el pozo de entrada hay tres o cuatro plaquetas fijas no recuperables cuando la chimenea se abre, demasiado antiguas ya como para dar mucha confianza.
Gràcies, Jordi, per l'esforç de carregar amb el material necessari per treure a la “superfície” aquests racons tan poc assequibles. Les fotos són una meravella.
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