Después de bastantes meses con lluvias demasiado escasas, unos cuantos días de precipitaciones generosas han actualizado el estado del bosque a la temporada correspondiente, la segunda parte del otoño. El aspecto de la montaña ha cambiado, por suerte, de forma radical, el agua aparece de forma generosa y las nieblas nos rodean.
Aún la meteo es inestable y no para de lloviznear en toda la mañana, incluso, en algún momento, cae con más intensidad poniendo a prueba el goretex y recordándome que necesita ya una sesión de mantenimiento. Acabo empapado y con la cámara goteando agua al límite del 'weather resistant' que publicita, pero el paseo vale la pena; los colores característicos de la estación y la luz tangencial de esta época crean un ambiente muy atractivo.
Que colores,
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