Para redondear el finde, una visita a las gralleras de Corona y Alsamora. La última vez que estuve en ellas fue en los inicios de las cámaras digitales, y solo tenía alguna foto de mala calidad, por lo que tenía que volver. No son cavidades muy fotogénicas, no es fácil sacar buenas imágenes aquí porque Alsamora es una característica diaclasa con poca separación entre paredes y bastante profundidad; Coronas también aunque abajo gana bastante amplitud. De todas formas, se merecen una visita, son pozos con buenas dimensiones, aunque sin el desarrollo de las otras dos grandes gralleras de la montaña.
En Alsamora hay una instalación con anclajes químicos que te mete en la parte más estrecha de la diaclasa; mejor hubiera sido hacerla desde el labio superior por donde ya había una línea de spits; el pozo es más largo porque empieza unos pocos metros más arriba y cae casi al final de la pronunciada rampa de la base, pero es mucho más cómodo para subir.