No sé cuantas veces habré visitado esta cavidad, ni cuantas veces habré fotografiado el pozo, muchas, seguro. Pero, aunque las fotos parezcan iguales o muy similares, no lo son, porque reflejan también el momento en el que se hacen, y por eso mismo siempre tienen algo diferente.
En esta ocasión utilizo un objetivo que no acostumbro a meter en las cuevas, un gran angular con una focal muy corta, una buena lente optimizada para digital que no llega a ser un ojo de pez y no deforma tanto la imagen. La cámara calzada con este objetivo, bastante ancho, no resulta fácil de guardar en el bote estanco de 6 l, cabe justa. Casi mejor hubiera traído el bote grande.
Con este 'punto de vista' tan amplio, el pozo, ya de por sí de buenas dimensiones, parece más grande aún. Pero el resultado para mí es positivo, aunque cueste un poco encontrar a los espeleos por ahí colgados. Distribuyendo bien la luz desde abajo, en la medida de las posibilidades que nos permite la forma del pozo y la base, las imágenes resultantes quedan bastante bien.
Está bien que instalen otros, yo ya llevo mucho tiempo haciéndolo, y así me puedo dedicar más a la fotografía....
Vaya pozo y vaya fotos! Todo un arte y un verdadero ejercicio de paciencia eso de meter las cámaras buenas por allí bajo! Un placer contemplar el resultado.
ResponderEliminarSon cavidades sencillas, por eso puedo llevar varios flashes aparte de la cámara, aunque pesa lo suyo. Me hace gracia fotografiar estos lugares en los que hace ya años empecé a practicar espeleología.... Gracias por comentar.
Eliminar