Pozo de entrada
La cavidad se ubica en el macizo del Ordal, dentro de la unidad del Garraf. A pesar de ser conocida desde tiempo atrás por la extracción de la cristalización de calcita en su primer pozo, se inició su exploración bastante después, en los años 50 del pasado siglo, pasando a ser muy frecuentada por los espeleólogos. En relación a las dimensiones del macizo tiene una cierta importancia, con 184 m de desnivel, es de las más profundas que podemos encontrar por aquí.
Ùltima vertical de la vía Esquirols
La topografía más reciente y más fidedigna data de 1981, realizada por el GERS y publicada en el número 2 de su revista Carbonato. Quizás sea hora de rehacerla de nuevo porque la cavidad es compleja y posee una red de pozos que sería mejor representar con más claridad.
Inicio de la vía Esquirols
Sala de la colada
La sala blanca
La primera vertical es curiosa. Dos bocas de dimensiones regulares separadas por un gran puente de roca del cual cuelgan algunas estalactitas de buenas dimensiones también. La extraccion en su momento calcita espática en grandes cantidades antes citada puede haber cambiado de forma notable su fisonomía. Hay huellas de ello. El resto de la cavidad se desarrolla en general sobre un densa red de diaclasas que han dado lugar a una serie de pozos estructurados en tres vías diferentes y algunos interconectados, con bastante cristalización reconstructiva en la parte media de la cavidad. Solo el tercer pozo varía un poco esta norma al ser un amplio huso con un bonito descenso en aéreo.
Desde mi última visita hace algún año he podido observar una gran mejora en los anclajes, ahora está casi todo con químicos. Era necesario ya una reequipación, los viejos spits empezaban a quedar obsoletos.
El pozo más largo de la cavidad.
La sala de l'orgue
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