jueves, 15 de diciembre de 2016

Graller del Boixeguer




Hace tiempo que no visito casi las cavernas, me he dedicado más a pasear por el monte, así que voy a intentar retomar la actividad, pero esta vez en serio, que siempre lo digo y luego nada. Como primer paso en esta inicitativa, me dirijo a esta conocida cavidad. Se compone de una gran sala con dos entradas diferentes, dos pozos de 45 y 80, y una galería principal que baja hasta un sifón. 


Ofrece muchas posibilidades y nunca la acabas de fotografiar, siempre resulta interesante. Las dos últimas veces que vine me dedique a visitar la galeria Inma, que se encuentra colgada en la gran sala, pero hacía algunos años que no bajaba hasta el fondo. Veo que en la entrada del pozo de 45, o 50, o lo que sea, hay una línea nueva para instalar, con químicos. Un pasamanos limpio por la izquierda, en alto, te evita la rampa con sus piedras que pueden caer por la vertical. El pasamanos te lleva a un par de cadenas desde las que se puede instalar dos rápeles totalmente aéreos, sin ningún roce. Las instalaciones antiguas empezaban a estar algo deterioradas. 






Llevamos una cuerda de 100 que, entre el pasamanos de la rampa y el pozo casi la consumimos entera, pocos metros nos han sobrado.

Cuando llegamos, está nevando bastante y empieza a cuajar en la carretera, lo que nos hace dudar... si sigue así podemos tener problemas para bajar luego. A causa de las precipitaciones recientes nos encontramos con bastante agua en el interior. El pequeño lago habitualmente seco está lleno de agua. Además, el acceso a la galería de las coladas es dificultoso, el agua cae por las paredes y es complejo subir. La arcilla está muy licuada y resbala mucho, así que nos conformamos con llegar al sifón final.








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